Mucho antes de que el cubo de Rubik hiciera su aparición, lo más en los juguetes rompecabezas era este engendro que nos llevaba por el camino de la amargura.
Los primeros que recuerdo fueron estos. Los había de letras o de números y no era más que un puzzle de bolsillo en el que había que ir moviendo las piezas hasta colocarlas todas en orden.
Las primeras filas eran muy sencillas, pero la última era casi imposible.
Después sacaron otros que mostraban una imagen, generalmente con algún personaje de los dibujos animados que salían por la tele.
¿Tuviste uno de estos? ¿Qué tal se te daba?
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